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Amigos de AMIGA
Club de usuarios de Commodore Amiga - Argentina

A modo de presentación.

Aquí les dejamos una autobiografía amigera de Sebastián Gurvitsch (Gavilan), uno de los usuarios de Amiga más representativos dentro del ambiente retro.

Gavilan
Mi historia con Amiga

Mi historia con Amiga comenzó allá por 1988 u 1989 (no recuerdo exactamente el año), estando de intercambio en San Diego (EE.UU.). Yo ya habia visto la Amiga, con el famoso X-Copy, en Real Time, cada vez que iba a grabarme juegos de Commodore. Me fascinaba la demo que tenian del Kick Off, y quedé maravillado.

Me armé de valor y vendí TODO mi equipo Commodore (Commodore 64c, disketera 1541c, impresora MPS 1250, monitor 1902A, 6 joysticks, cartucho Action Replay y Final Cartridge, además de cerca de 600 diskettes con juegos y utilitarios). Con ese dinero en mis manos, ya sabia que me iba a traer la Amiga de EE.UU.

La Amiga me la compré el anteúltimo dia de mi estadía, en un local llamado Electronics Boutique, una cadena por ese entonces muy popular en las tierras del norte. La máquina venia con el Starter Pack que incluía al Textcraft Plus y el Tetris. Me acuerdo que llegué a la casa de la gente que me alojaba, pedí permiso, desarmé la máquina, la tiré en el piso, la ensamblé y me puse a jugar al Tetris… quedé embobado…

La caja la tiré, y la máquina la envolví con toda mi ropa sucia (literalmente calzones y medias sin lavar). Así, en caso que la aduana me pidiera abrir la valija, se encontrarian con ese espectáculo desagradable, y no me revisarian nada (como verán, lo tenia todo muy planificado).
Cuando llegué a Buenos Aires habia más o menos 40º de calor, yo transpirando, nervioso por la
Amiga 500 que me traía de "contrabando"… cuestión… luz verde… pasé sin que me revisaran !!!!!!! ;).

Apenas llegué a lo de mi abuela, la desarmé desesperado y la enchufé… a 220V… Quemé el trafo, obviamente !!!
Llorando fui a contarle a mi viejo, y fuimos para Real Time. Les expliqué lo sucedido y en un santiamén me dieron un trafo de 110V previo desembolso de unos cuántos morlacos, y, en un rapto de lucidez, de esos momentos imborrables, mi viejo me REGALO un monitor 1084 (que aún conservo en perfecto estado de funcionamiento), ya que TODO el dinero recaudado por la venta de mi equipo 64, habia ido a parar a la Amiga 500 con su expansion 501 que me daba 1 mega de memoria (todo un logro).
Pero faltaba más: dejé la máquina, y nos fuimos a tomar un café. A la hora, ya tenía la máquina binorma, y, de yapa, unos 20 juegos: Pac Mania, Kick Off, Shadow of the Beast, New York Warriors, Sensible Soccer, el Scala y un par mas, que no recuerdo en este momento. Con eso, me volví a Comodoro sintiéndome Dios.

Apenas llegado, me puse en contacto con mis amigos, los invité a todos, y… para que decirles las reacciones… Uno de mis amigos trabajaba en el canal de cable de la ciudad (Canal 4 de Atelco), y ellos ya tenian Amiga y usaban el Scala para titular. Ahí empezamos a intercambiarnos mucho material, y al poco tiempo, le compré la Amiga a un conocido fotógrafo de la zona (Ibáñez) que realizaba videos de cumpleaños de 15, fiestas de egresados, etc. Ya tenia dos Amigas 500: una binorma y una PAL.
Al poco tiempo, empecé a recibir revistas que compraba contrarrembolso del kiosco "Dante", ubicado en Corrientes y Florida. Me mandaba la Amiga Action, The One for Amiga Games, Amiga User Internacional y Amiga Format. Yo feliz de la vida, soñaba y deliraba con todo lo que veía y leía en esas maravillosas revistas. De a poco, empecé a comprar soft contrarrembolso: primero a Le Palace/Enano Sofá (recuerdo el Pinball Dreams, el primer juego que, literalmente, hizo que me quedara despierto noches enteras, y fuera al colegio sin dormir). Por supuesto, usaba el Textcraft Plus para escribir mis notas y monografías (en mi casa no existia la PC todavía).

Al verano siguiente conocí la Galeria Jardín, y a la gente de Amiga Center, con un muchacho de apellido Garcia, que me empezó a asesorar en todo, a grabar cuanta cosa quisiera, y a enviármela a Comodoro cuando yo me volvía. A los meses, conocí a HERO Soft, en la calle Irigoyen, casi llegando a 9 de Julio. Ahí, les compré TODO lo que les quedaba de Amiga (unos 400 discos y un par de máquinas sin uso, para utilizarlas como eventuales repuestos) y mi primer genlock (un GVP). Paralelamente, volví a Valente Computación, en la calle Rodríguez Peña, lugar que solía visitar en mis épocas de Commodore, y me hice íntimo amigo de Seba y Ramón, dos hermanos que eran los expertos de Amiga. Con ellos forjé una hermosa amistad, que perduró durante muchos años, hasta que dejaron de comercializar Amiga y se pasaron a Playstation (un mercado mucho mas lucrativo para ese entonces).
Paralelamente, cerca de lo de mi abuela, existia S´ago Omega, una "cueva" que vendía de TODO. Un dia fui, y estaban literalmente, tirando TODO a la calle, porque iban a instalar una peluqueria. Llamé por teléfono a mi mejor amigo, le pedí prestado dinero, y les compré TODO lo que estaban tirando. El hombre se puso a llorar cuando vió como cargaba todo en el baúl y en el asiento de atrás, me dió un abrazo y me dijo "con eso me compré mi casa y mi auto...". Eran mas o menos 2 mil diskettes, principalmente de Commodore/Amiga y Atari, joysticks, módems, consolas…etc., etc.

Al poquitísimo tiempo, paseando por Palermo, encontré otros negocios y empecé a canjear material con ellos. Asi estuve durante varios años, consiguiendo soft y nada de hard. En Amiga Center me compré el Action Replay III para la 500, y ahí empece a mirar al hard con mas cariño. Pasado un buen tiempo, empecé a notar que en los negocios de venta de Amiga, ya casi nadie hablaba de la 500, todos hablaban de la nueva vedette: la 1200.
Otro objeto inalcanzable para mi (costaba entre 700 y 800 dólares en Segundamano, donde solian aparecer muchos avisos). Yo ya vivía en Buenos Aires, solo, y habia archivado la 500 en la baulera, porque me dedicaba a comer, ver MTV y estudiar (en ese orden). De a poco fui ahorrando, ahorrando, y un dia me decidí y empecé a hacer llamados, hasta que dí con un flaco de Wilde que me pareció muy buena onda. Llegamos a un acuerdo, llamé a otro (ex) amigo, y nos fuimos a Wilde a comprar la máquina. Me acuerdo que tenia el dinero en la media, enrollado (800 dólares) y que temblaba. Estacionó el auto y ví a un pibe "tirado" en la vereda. Era este muñeco, que me estaba esperando. Pasamos por un pasillo largo y entramos a la casa. En la casa habia colchones tirados en el piso, ropa sucia por todos lados, una cocina llena de platos sucios... en fin… pensé lo peor. Pero no. En un cuartito, tenia la máquina encendida, para mostrarme como funcionaba. La vi, me mostró un par de cosas, la apagó, se puso a llorar, diciéndome que la cuidara, que le costaba desprenderse de la misma, pero que necesitaba el dinero, y nos fuimos, con mi flamante
Amiga 1200 "nueva".
La máquina traia un disco rígido Conner de 540 megas que aún hoy conservo, y en el cual tengo instalada la version del Workbench que siempre utilizo cada vez que formateo un disco para una máquina. Tenia el Deluxe Paint, con el cual empecé a hacer pavadas, y el Directory Opus, que me volvia loco para configurar. Estuve mas o menos 2 años con esa Amiga, hasta que, hablando un dia con mis amigos de Valente, me cuentan que se le podia poner una lectora de CD-Rom a la máquina. Ahí empezó otra historia, empecé a comprar las revistas que venian con CD en kioscos de Belgrano (por la zona de Cabildo y Juramento), y empecé a maravillarme aún más con la Amiga. Mi fanatismo iba creciendo. Mi lealtad a la máquina también.

Empecé a leer que existia una empresa llamada Phase 5, que vendia unas placas aceleradoras llamadas Blizzard. Ahorré plata y me compré una Blizzard 1230 IV con placa SCSI, conseguí una lectora SCSI y un disco SCSI y desde ahí me enamoré de todo lo relacionado con SCSI. Amiga Center estaba cerrando y, nuevamente, estuve ahí para "comprarles" todo el stock de soft que tenian (de hard no sabia que tuvieran eso, hasta que hace poco vi en DeRemate el lote que finalmente compraria el amigo Fekete). Con tantos discos, empecé a pasarlos a .DMS, para que no me ocuparan tanto lugar, y como ya existía Internet, empecé a usar la 1200 para conectarme a Internet, navegar, chatear en canales IRC, y hacer mis primeras compras en Software Hut y National Amiga (en EE.UU. y Canadá, respectivamente). Ya ni recuerdo qué me compré, pero lo que si recuerdo es que al poco tiempo, y viendo otro aviso en Segundamano, un hombre ofrecía cerca de 500 discos con soft de utilitarios. El hombre en cuestion era el mago de los efectos especiales de Patagonik, y vendia todo eso porque se estaban pasando a otra plataforma. Por supuesto, quiso venderme la máquina (una
Amiga 3000), pero yo no disponia del dinero, por lo que solo le compré los discos y me fui feliz. Un año después, ví un aviso en DeRemate de alguien que vendía una isla de edición, que incluía una Amiga 3000 y máquinas Panasonic.

Con mi gran amigo Claudio Grosso (q.e.p.d.) estábamos pensando en montarnos una empresita de edicion o algo así, y nos fuimos hasta Adrogué a ver las máquinas. Yo compré la 3000 y el iba a comprar la isla, para asi asociarnos, pero nunca conocretamos el sueño: al poco tiempo él falleció mientras dormia plácidamente la siesta. Yo ya tenia una 3000, pero por respeto a él, por tristeza o lo que fuere, no la encendí en casi 4 años. Asimismo, empezó mi fiebre en eBay, me volvía loco, y con el 1 a 1, me compré placas, discos, CD´s, joysticks, etc., etc., etc. De a poco fui armándome de todo el material con el que cuento hoy en dia. Eso incluye otra Amiga 1200 que me vendió otro de mis mejores amigos (Mariano Lozano, un genio haciendo música, de hecho hacía música con la 1200) junto a un monitor 1960. Yo habia conseguido un monitor 1942, que lo habia canjeado por mi 1084 + dinero, a un señor que vivía en Av. Independencia, del cual nunca más supe de él y no recuerdo su nombre ahora. Las
Amiga 4000 se las compré a Fernando Brischetto, otro genio de la informática, que ahora debe andar por EE.UU. calculo yo, y a un flaco que tenia una productora llamada La Lupa.
La
Amiga 600 la compré en Alemania, al igual que una de mis CD32. Hice que esto me lo enviaran a Francia, donde reside mi hermana, y de ahí me las traje a Argentina, cuando viajé para su casamiento. Otra de las Amiga 500 (tengo 7) se la compré a un animador, que trabajó, entre otras producciones, para Patoruzito, y quien se emocionó mucho al saber que yo coleccionaba éstas máquinas tan bellas. Varias de las Amiga 500 restantes las conseguí en lugares como el Mercado de Pulgas o similares. La otra CD32 la compré por eBay junto a la placa FMV. La CDTV se la compré a un chico llamado Mariano, con quien aún hoy mantengo contacto.
El resto de las cosas, que podrán apreciar en las fotos, las fuí canjeando o comprando en Mercado Libre/DeRemate y eBay. (Nota del ed.: las fotos serán publicadas en breve)

Esa, básicamente, es mi historia. Mi apodo, Gavilan, viene de hace muchos años, de un asado de camaradería, cuando empecé a imitar la voz de varios personajes de los dibujos animados. Mis amigos me dijeron que la voz del Gavilan Pollero me salía bastante bien, y bueno, decidí "bautizarme" así en Internet….
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