Amiga
1000
Fabuloso
Amiga
Fuente:
Revista INPUT Commodore nº 11 (1986)
Puede que la potencia para el proceso de datos fuese el factor clave
para definir la bondad de una computadora. A partir de ahora, las
capacidades para gestionar gráficos empiezan a ser un argumento definitivo
en la nueva informática.
Son muchos los expertos que opinan que la industria microinformática
ha errado sistemáticamente en una tarea: convencer al ciudadano medio
de lo fácil que puede ser el manejo de una computadora. Pero tal vez
ello se debiera a la carencia de un interface máquina-hombre humanizado.
Los menús de elecciones están bien, pero no demuestran ser suficiente
para romper el hielo. Bien es cierto que la aplicación de la iconografía
–imágenes aclaratorias que representan una opción- no es nada nuevo.
El sistema Star, de Xeros, o computadoras como las Lisa y Mac, de
Apple, y los modelos ST, de Atari, ya los utilizan habitualmente.
La Amiga acaba de desembarcar creando la misma inusitada expectación
que provocara años atrás la Commodore 64. Si bien ambas computadoras
se situan en gamas diferentes. Amiga es el nombre de la compañía que
la diseñó originalmente, siendo absorbida hace tiempo por Commodore.
Es una computadora que representa un gran paso adelante en lo que
debe ser una máquina personal todoterreno.
EL EQUIPO
La Amiga responde a la clásica configuración modular de tres elementos
fundamentales: unidad central, teclado y monitor separados físicamente.
Comparten el mismo agradable color tostado en el plástico de sus carcasas.
La unidad central tiene forma paralelepipédica y menor tamaño que
la de una PC. Su base queda separada de la mesa por unas patas alargadas,
que dan cobijo al teclado cuando no se utiliza.
La cara frontal presenta en el lado izquierdo el logotipo y la leyenda
de Amiga. Debajo asoma por una hendidura horizontal acanalada el tímido
LED verde, que indica la presencia de alimentación eléctrica en la
computadora. En la zona derecha muestra su boca la unidad de diskettes
de 3-1/2 pulgadas, capaz de almacenar hasta 880 Kbytes por disco,
y nuevamente un LED rojo que denuncia la entrada en acción de la unidad.
A su lado, en la zona central, está disponible una tapa que alojará
una segunda unidad de disco. Pero de momento sólo es otra pieza de
plástico que guarda armonía con el resto de la fachada. En la parte
posterior se acumulan los conectores necesarios para que la máquina
alcance el mundo exterior.
De
izquierda a derecha, pasamos rápida revista. Lo primero que encontramos
es el conector para el teclado, que se une al mismo a través de un
cable helicoidal, similar al empleado en los teléfonos. Seguidamente
tres conectores de aspecto similar y distinta aplicación: comunicaciones
en modo paralelo, acceso a unidades de diskette externas y comunicaciones
en modo serie. A su lado aparecen los dos conectores para la salida
de audio con efecto estéreo. Un cuarto conector del tipo D proporciona
la salida de la señal de video en distintas alternativas RGB (señales
rojo, azul, verde y sincronismo por separado). Dos nuevos conectores
facilitan la señal de video a un modulador de TV o en forma de video
compuesto, para un monitor adecuado. Debajo, escondido en un recodo,
aparece el conector para el cable de alimentación eléctrica. Finalmente,
esta cara se transforma en rejilla, por la que se adivina el ventilador
de refrigeración, que disipa el calor producido en el interior de
la unidad central. En el lateral derecho hay dos conectores tipo D,
iguales que los empleados por la C-64 para los joysticks. Su cometido
es similar, aunque en este caso el ratón está casi permanentemente
conectado en el port 1. Un poco más allá, una tapa alargada oculta
el acceso a los buses del sistema y puede ser extraída para conectar
futuros accesorios y periféricos. Cabe decir que la memoria RAM puede
ampliarse por aquí hasta 8,5 Mb., aunque sospechamos que más en el
futuro. :)